TEXITIANI:DESPERTAR

DESPERTAR de ese sueño de inconciencia que te ha mantenido atada a un infierno repetido, a un dolor y vacío sin fin.

DESPERTAR es descubrir tu esencia femenina, tu verdad más allá de la materia, más allá de los errores y caídas, de las infracciones de la vida.

DESPERTAR es descubrir que en cada partícula de tu ser fluye en ti la inteligencia divina.

Aprende a perdonar y perdonarte, abraza tu niño interior, voltea al cielo y descubre esa fuerza infinita que te envuelve y transforma con su mano extendida para decirte : DESPIERTA!!!

MALTRATO INFANTIL

Al abordar el maltrato infantil nos vemos enfrentados a una serie de problemas. Por un lado, existe un desconocimiento de la verdadera magnitud del fenómeno debido a que no se cuenta con datos y que el tema, en muchos casos se remite a los espacios más íntimos de la convivencia familiar.
El artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño establece que los países “tomarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas adecuadas para proteger al niño de toda forma de violencia física o mental, de traumatismos o de maltratos, de descuidos o tratamiento negligente, de maltrato o de explotación, en especial del abuso sexual, mientras se encuentre al cuidado de sus padres, del guardián legal o de cualquier otra persona que esté al cuidado del niño”.

Factores de riesgo para que se produzca una situación de maltrato


“Son muchas las razones que inducen a creer que el maltrato y descuido de menores se tornará todavía más común a medida que los países hacen la transición de economías  reglamentadas a economías de mercado más abiertas y con menos estructuras para el bienestar social. Debido a que el crecimiento urbano recarga los servicios médicos y sociales; debido a que las mujeres ingresan al mercado de trabajo cada vez en mayor número; y debido a que por diversas causas más familias se ven desplazadas de sus hogares y de su entorno cultural”
Factores individuales
Algunas características individuales de los propios niños y niñas pueden ser causantes de situaciones de maltrato infantil, como por ejemplo:

Embarazo no deseado
Niños prematuros
Niños con impedimentos físicos o psíquicos
Niños hiperactivos

También se pueden identificar, como factores de riesgo, características individuales de los padres, como ha de ser su personalidad, la experiencia o inexperiencia de estos en la crianza de niños, entre otros. 
   Factores familiares
Frente a situaciones de desequilibrio en el grupo familiar, muchas veces la primera víctima suele ser el niño.
Los factores de riesgo para que se produzca una situación de maltrato dentro de una familia están referidos tanto a la estructura de la misma como al funcionamiento y a la dinámica de esta.


La negligencia: desprotección, descuido y/o abandono
Cambios en la estructura familiar:
cuando se rompe el equilibrio del funcionamiento familiar se pueden dar casos de conductas violentas con los hijos.
Malos tratos como forma natural y habitual de relacionamiento.

cuatro situaciones en las que se generan situaciones de violencia intrafamiliar:

 Carencia de los padres  de cuidados maternales en su medio social y familiar durante su infancia
Carencia de los padres de una figura parental.
 Carencias en la estructura familiar, alteraciones en la organización jerárquica de la familia.
Carencia de intercambios entre la familia y su entorno.
Los casos de abuso en niños y niñas, son 15 veces más probable de ocurrir en familias en las que la violencia familiar está presente.
Con los niños se practica violencia sexual y violencia física, o negligencia, que son distintos, pero de efectos traumáticos.
Durante los 3 primeros años de vida, el niño adquiere seguridad en sí mismo, siempre y cuando reciba las atenciones necesarias.  
Las lesiones físicas siempre tienen consecuencias: lesiones psicológicas y repercusiones sociales.El agresor pertenece a todas las clases sociales sin exclusión.
La justicia muchas veces es muy injusta. Los niños que tienen que declarar en un juicio y someterse al interrogatorio del fiscal, del juez y de los técnicos en cuestiones de infancia, sufren lo indecible. No es el mejor procedimiento para alcanzar su curación.
 Los niños custodiados en centros de menores se sienten abandonados. Los educadores nunca son los mismos, porque éstos trabajan por turnos. A los niños les falta una referencia.
Los niños que reciben protección por haber sufrido maltrato, son niños normales que se ven obligados a justificarse: “yo no he hecho nada, a mí me lo han hecho”.
 Los familiares, amigos, vecinos o personas que están o entran en contacto con los niños, tienen su parte de responsabilidad cuando se muestran indiferentes ante el maltrato infantil.
La indiferencia duele al niño. Hay que dar la alerta, no mirar hacia otra parte.
Los médicos tienen que dar un diagnóstico diferente cuando advierten que un niño, por los síntomas y las lesiones que presenta, puede ser víctima de violencia. Tienen que estudiar el caso y después denunciarlo si sospechan que está pasando algo grave.
Otras personas que pueden darse cuenta de que un niño es objeto de abusos sexuales o maltrato son: profesores y asistentes/trabajadores sociales.

Los niños de familias pobres y de clase media baja tienen más posibilidades de que el médico de la sanidad pública detecte los casos de maltrato y abuso y dé parte al juez o a la policía.
 Los niños de familias de clase media alta y de alto poder adquisitivo, que son visitados por médicos privados estrechamente relacionados con la familia, raramente recibirán la ayuda que necesitan. El médico nunca denunciará.
El abuso sexual protagonizado por un adulto próximo al niño puede tener un fuerte componente de seducción (en otros casos la violencia no se disfraza). El adulto seduce al niño. Le hace creer que es muy especial para él, que eso es algo bueno, que tiene que sentirse orgulloso de recibir este trato preferencial. Y el niño lo acepta. El adulto le hace un lavado de cerebro.
Una mujer abusada en la infancia se expresa en estos términos: “Me dijo tantas veces que yo era muy especial para él, que en estos momentos, que ya he superado los 50 años de edad, aún me parece que sigo siendo muy especial para él”. Y lo pienso por lo mucho que me comió el coco. Yo no sabía que él sólo buscaba su placer. Y esta misma mujer acaba justificando lo que pasó: “Todo lo que me hizo esta persona no me gusta, pero hay otras muchas cosas que sí me gustan de ella”. La víctima acaba normalizando lo que pasó. Se anula su capacidad de rebelión.

El niño necesita a alguien muy vinculado a él mismo para poder compartir lo que siente, lo que le está sucediendo.

Texitiani Ayuda de mujer a mujer y comunidad Gay.
UNICEF MEXICO

1 comentario:

Anónimo dijo...

esas hienas que se dicen madres de estos pequeños son hienas que sacan su frustración con sus hijos deberían meterlas a la carcel de por vida y extirparles la matriz