Mediante el diálogo o la falta de él, se expresan sentimientos de interés o rechazo hacia la otra persona.
Cuando comenzamos una vida en pareja ponemos mucha atención a los detalles, a la convivencia, al descubrimiento del otro y a nuestra forma de comunicarle todo lo que queremos. A medida que pasa el tiempo pareciera que esa dinámica relacional va perdiendo sus habilidades iniciales.
Conocer al otro es indispensable para establecer un proyecto de vida en pareja, y este conocimiento está basado en la buena comunicación, por eso es muy importante que reservemos unos minutos al día para hablar, tanto si existe un conflicto o no; así estaremos reforzando la confianza mutua. Además descubriremos facetas e inquietudes nuevas en la otra persona, lo que le dará a la relación un plus valiosísimo.
Un catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Aquilino Polaino Lorente, en su libro Madurez personal y amor conyugal, afirma: “ la comunicación entre los cónyuges es una nota esencial del matrimonio sin cuya continua presencia es muy difícil que éste no zozobre, encallando definitivamente. Es un hecho sociológicamente comprobado que la queja más frecuente de las esposas es precisamente la falta de comunicación con sus maridos, la incomunicación que existe entre ellos”.
A continuación, algunas sugerencias para que esto no ocurra:
- Escuchar sin interrumpir.
- Evitar las interpretaciones, si algo no quedó claro preguntar hasta aclarar.
- Tratar de comunicar todo lo que consideres necesario e importante que el otro sepa.
- Mantener en todo momento la calma, sin gritos ni enojos cuando la otra persona piensa o siente de manera diferente.
Finalmente, debemos tener en cuenta que lo importante NO ES que pensemos de manera idéntica, sino llegar a acuerdos juntos, mediante el diálogo, respetando la postura de ambos miembros de la pareja .Este es el único camino para lograr un entendimiento y tomar decisiones equitativas –donde la visión de ambos sea considerada-, de lo contrario, será siempre uno de los dos el que lleve el ritmo, manteniendo una relación poco atractiva para quien no comparte completamente los ideales, puntos de vista, proyectos y decisiones.
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