TEXITIANI:DESPERTAR

DESPERTAR de ese sueño de inconciencia que te ha mantenido atada a un infierno repetido, a un dolor y vacío sin fin.

DESPERTAR es descubrir tu esencia femenina, tu verdad más allá de la materia, más allá de los errores y caídas, de las infracciones de la vida.

DESPERTAR es descubrir que en cada partícula de tu ser fluye en ti la inteligencia divina.

Aprende a perdonar y perdonarte, abraza tu niño interior, voltea al cielo y descubre esa fuerza infinita que te envuelve y transforma con su mano extendida para decirte : DESPIERTA!!!

¡¡¡BASTA!!!

Acaso no se maltrata a una mujer cuando la intimidamos de manera fisica, solo con la mirada, o cuando mostramos un interes por ellas y es mentira, las envolvemos y no miramos consecuencias.

Amigos, la violencia es un mal de cada dìa por vivir en una sociedad machista, miramos a la mujer como objeto solo de nuestros deseos.

Dia a dia observo la cantidad de mujeres que son vejadas y llegan a  consulta con la solo idea de estar y lucir bellas, siempre les pregunto el porquè y triste cuando algunas chicas me dicen es que a mi marido le gustan los senos grandes, o quiero gustarle a mi marido que esta enamorando a otra.
estos son casos de violencia hacia la mujer, sin necesidad de golpearlas.
silenciosos. Sí más gritos sonoros, no de lágrimas y golpes, sino de unvamos perdiendo poco a poco nuestra dignidad, nuestros valores, cerré los ojos para no ver y me tapé los oídos para no escuchar. Y por eso, porque dejasEl dolor ya no duele.denunciar, empezó para mí un segundo maltrato. Encontré mucha ayuda, sí,mucha incomprensión. Todos deberíamos comenzar a sentir, a tomar conciencia, para comprometernos y que esto cambie, sin miedo al dolor, porque esta toma de a levantar la voz. ¡BASTA! No cerremos los ojos. No nos tapemos los oidos

¡¡¡BASTA!!!

NO MÁS GRITOS
instituto que dice “¡BASTA!”, que comienza a despertar, a comprometerse. Nosotros lo hacemos
con estas palabras y pedimos ayuda a todo el que escuche estas reflexiones.
Para un momento, solo un momento. Deja de trabajar, de correr, de estudiar, del estrés
cotidiano y respira, siente por un momento, escucha el grito de los que sufren. Toma conciencia,
no tengas prisa, no tengas miedo de SENTIR para ser más humanos.
Muchas mujeres hemos dicho alguna vez en la vida: “a mí un hombre/mujer no me hace eso”. O “yo no se lo
consiento ni a mi padre”. Es extraño cómo caemos en historias que no nos creemos ni nosotras
mismas. ¿Y cómo se puede llegar a esto?, nos preguntamos. Llega un día en que aceptamos un trato
injusto, no le damos importancia, apenas nos damos cuenta, “estará nervioso -piensas- y lo
justificamos por miedo a sentir nuestra propia humillación. Es en este momento cuando hemos
perdido nuestra primera oportunidad de parar. Es sólo el primer paso, vendrán muchos otros que
irán dejando su huella,
nuestras referencias... Hasta la total anulación.

“Siendo impasible se puede aguantar un comportamiento violento y vejatorio, es parte de la
normalidad de la vida. Yo dejé de sentir; si no, no hubiera aguantado. Y al dejar de sentir, yo
también
de sentirte persona, vuelves una y otra vez con él. Ya no distingues. El corazón, la cabeza y el alma
se separan del cuerpo.
Cuando decidí
pero también
del dolor ajeno
conciencia nos puede llevar a ser más libres”.

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